Todo evoluciona. Lo que ahora es lo más reciente, siempre será superado por lo que venga a continuación. Lo mismo ocurre en el mundo del ferrocarril. La más avanzada tecnología, los últimos avances en diseño, lo más nuevo, tarde o temprano será superado.
En un reciente viaje a Salamanca, encontré en el depósito estos tres "recien nacidos" esperando a dar sus primeros pasos, o en este caso sus primeros kilómetros rodados. Da gusto verlos, nuevos, impolutos. Que diferencia con el viejo y ajado 596 que se ve al fondo. Mientras uno está en el final de su vida útil los otros están deseando devorar kilómetros y kilómetros de carril.
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